gracias


Me llenas de alegría y de cosquillas, de miradas cómplices y de sonrisas en medio de un beso.
Me llenas de motivos por los que seguir viva,  me llenas de felicidad y de momentos que recordaré toda la vida.

Me llenas con solo mirarte y te quedas conmigo cuando te vas.
Pero en el vacío que el eco de tu risa deja, has plantado mil sonrisas tontas que brotan cuando pienso en tí.
Pero de la soledad de no sentir tus dedos sobre mi piel, nacen mil mariposas que revolotean por mi estómago si cierro los ojos y recuerdo tus caricias.

Me vacías de lágrimas y luego me las secas,
me dices que nada ni nadie merece que estos ojos lloren así.
Me vacías de mis miedos y mis penas,
pero cuidado, ¿seguro que quieres conocer los monstruos que se esconden detrás de ellos en mí?

Sé que quieres conocerlos, sé que me quieres y que soy lo más grande de tu mundo.
Sé que correrías ese riesgo por que veo como me miras; esas miradas me tocan el alma.

Contigo desnudo mis sentimientos, contigo puedo ser yo misma.
No hay herida que tú no puedas sanar.
Y cuando me quitas la ropa, un escalofrío recorre mi espalda; cuánta suerte tengo de ser solo tuya y de que tú seas solo mío.

Mis ojos sólo brillan así cuando te miro, mi sonrisa sólo es sincera cuando tú me miras.
Y puedo afirmar con total certeza, que no hay nadie más afortunado sobre la faz de la tierra,
que la chica a la que le tocó la lotería de tus besos,
la que se funde en tus abrazos,
la que escucha tus problemas,
la que comparte tus alegrías,
la que te quiere incondicionalmente y sin ningún tipo de límite.
No hay nadie más afortunado sobre faz de la tierra que yo.


Me gustan tus ojos, por muy normales que a ti te parezcan. Me gusta tu sonrisa, es la más bonita del mundo y la única que consigue que el pulso se me acelere. Me encanta tu boca, tu mandíbula angulosa, tu pelo, tanto largo como corto. Me encanta tu espalda ancha, tus manos bonitas. Me pasaría horas simplemente observándote, mirando como te mueves, como hablas, como sonríes. Me encanta el sonido de tu voz, me encanta cuando me haces de rabiar y acabas robándome un beso, cuando me miras fijamente y se refleja en tu mirada lo muchísimo que me quieres. Me encanta que me cuentes tu día, que me sorprendas por la espalda, que me abraces cuando tengo frío. Me encanta oírte decirme "mi vida", me hace sentir lo más grande. Me encanta cuando me besas despacito, como sintiéndolo, como queriéndome con delicadeza, como saboreando cada instante, consiguiendo que se me ponga la piel de gallina. Adoro tu carita de sueño, adoro tu olor, tu sabor. Me encanta como eres sensible pero a la vez fuerte, como te entregas en todo lo que haces. Me encantas tú en todas tus facetas. Te quiero como jamás he querido a nadie. Te miro y veo todo lo que quiero, con tus defectos, con tus manías, que te hacen aún más especial y consiguen que te quiero todavía más. Eres lo mejor que hay en mi vida, tal y como eres, y no cambiaría absolutamente nada.
Porque así estás perfecto.

frágil

Ya caí una vez, no creo que la próxima sea capaz de levantarme. Caí por ingenua, por desnudar mi alma ante cualquiera, por mostrar más sentimientos de los que debía, por demostrarle lo muchísimo que me importaba. Caí por hacerle ver que dependía de él, el simple hecho de depender de él me hizo débil. Desde entonces soy alguien frágil que se oculta tras el orgullo, que no se deja conocer del todo por miedo a que me vuelvan a hacer daño.
Y entonces apareces tú. Apareces desesperándome, y me demuestras que la paciencia merece la pena. Me demuestras que se puede volver a querer con locura a alguien, incluso que se puede querer más de lo que jamás pensé, que donde yo creí que estaba el límite no es más que una ínfima parte de lo que se puede llegar a sentir. Y cada día me demuestras que siempre se puede más. Que el amor puede crecer infinitamente, que si la vida nos deja, podemos rozar un máximo.
Te has convertido en alguien esencial para mi. En alguien necesario. En alguien vital. Y me asusta el hecho de que, si algún día dejara de tenerte, mi vida se desmoronaría. Volvería a caer, porque he vuelto a depender. 

¿Hace cuánto tiempo que ya no soy capaz de escribir? Ya nada me inspira realmente. Ya nada hace que me lance hacia un lápiz y un papel a verbalizar lo que siento en ese momento, a echar a fuera todo ese torrente de emociones que me sobrepasan la mayor parte del tiempo. Siento la necesidad de expresar algo que no puedo, las palabras se me atragantan y me bloquean, dejándome inherte delante de una página en blanco. Es cómo si algo me diera miedo, como si no supiera lo que realmente siento o como si realmente no sintiera lo que creo sentir. Estoy confusa, obsesionada, angustiada frente al vacío de esa hoja inmaculada que por mucho que lo intente no consigo rellenar con nada que me convenzca.
Tengo tánto que expresar y yo misma no me dejo hacerlo.

FELICIDAD

Todo ser humano tiene una meta en su vida; para la mayoría de vosotros esa meta es "ser feliz". Bien. Me parece lógico, todo el mundo desea ser feliz. Pero yo creo que os estáis engañando. "Felicidad" no es un estado de ánimo, no es el contrario de "tristeza", ni algo que se pueda alcanzar de forma permanente.No es algo que puedas ir forjando a lo largo de tu vida para que, cuando seas viejo y te pares a recordar, puedas decir: soy feliz.
LA FELICIDAD son instantes. Es como una chispa que viene y que se va, que sientes un rato y de repente se esfuma. Es un momento de paz interior, de sentir que todo va bien y que la vida te sonríe. Felicidad para mi es una cerveza fría en verano, despertarme a su lado, que me diga que me quiere, que me entre un ataque de risa con mi madre, sentir que el verano está cerca, un piti antes de irme a la cama, la emoción de que llegue un día que llevo esperando mucho tiempo, abrir un regalo y que me encante, pensar en él, comer mi comida preferida, ver una estrella fugaz, escuchar mi canción favorita, mirarle desde lejos y pensar en lo muchísimo que le quiero, pasar tiempo con mi hermano de risas, hacerle cosquillas, reírnos juntos. FELICIDAD es un momento en el que te olvidas de todo lo demás y sólo te importa una cosa. La felicidad en sí no existe, es la ilusión de un instante en el que pecamos de inocentes.

Hoy es un dia de esos en los que te despiertas y te quieres volver a dormir, en los que nada parece tener sentido. Todo se te hace cuesta arriba. Es uno de esos días en los que no estás enfadada, sino más bien decepcionada, frustrada, sientes que le das más importancia a las cosas que el resto de la gente. Y te jode. Por caprichosa. Por que las cosas no salen como tú quieres y te enfurruñas. Por sentimental. Por que esperas demasiado de la gente, y te sientes defraudada, con menos valor del que creías tener para ellos.







Welcome to reality.

Cada vez se tumba en la cama, le entran unas ganas desenfrenadas de que él esté ahí con ella. En ese preciso instante, le encantaría abrir los ojos, girar la cabeza, y que él estuviera ahí, despeinado, tan guapo como siempre. Y acariciarle el pelo, besarle en la mejilla y luego en los labios y mientras, sonreír. Y que él la corresponda con unos besos en el cuello, y subir hasta la oreja, mientras ella escucha en su oído su respiración, que poco a poco se acelera. Acariciarle la espalda, mirarle a los ojos, decirle te quiero, y besarle hasta que la ropa sobre.

Luchadora

Laura está loca. Loca en el  buen sentido: es una chica extrovertida, que dice lo que piensa, que vive el momento y prefiere hacer algo a arrepentirse de no haberlo hecho. Todo son risas con ella, y que sonrisa más bonita tiene. Sabe como divertirse, es la puta ama. Cuida como nadie de sus amigos, aunque con los desconocidos a veces no sabe ver el límite entre la sinceridad y la impertinencia. Así ha acabado buscándose algunos enemigos, aunque a ella le son totalmente indiferentes. En cambio, con aquellos a los que quiere es cariñosa, protectora, detallista. Es una persona que merece muchísimo la pena, pero la sociedad la juzga por sus ideales y su forma de pensar, la gente la insulta por que no comparten su opinión. Aunque como ya he dicho, se la suda.

Pero cuando está sola, Laura se mira al espejo y no se reconoce. Jamás hubiera pensado que sería tal y como es ahora; no siempre puede llevar puesta esa máscara de felicidad efervescente que tanto la caracteriza. Todo se ha ido yendo a la mierda poco a poco, tan paulatinamente que ni ella se dio cuenta a tiempo para evitarlo. Laura tiene una familia que la quiere con locura, unos amigos que también, pero es ella la que no se quiere a sí misma. A eso va al hospital, a que la enseñen a quererse. Allí conoce a gente que está en su misma situación, gente a la que la sociedad ha destruido por dentro, gente que no se acepta y no está a gusto consigo misma, a la que hay que tener vigilada constantemente para que no hagan estupideces. También hay drogadictos, niños que intentaron acabar con su vida por que no sentía fuerzas para continuar, esquizofrénicos, autistas. Allí los cubiertos son de plástico y no se pueden recibir visitas de gente que no sea de tu familia. Todos los días al despertarse, Laura se pregunta cómo ha podido llegar hasta esa situación.

Toda esa gente que juzga por lo que parece ser y no es, deberían de abrir los ojos y conocer antes de abrir la boca y criticar.
Egocéntricos.


Entre el todo y el nada

She's a free spirit. She doesn't want to grow up, she wants to be forever young. She feels unconfortable having a confortable life, she only wants to live on a chaos where anyone would be essential for her. She's afraid of being hurt again, she's tired of happiness because she knows that the dark side of this stability is yet to come. And she's not prepaired to fall again. She won't be strong enough to survive next time.