frágil

Ya caí una vez, no creo que la próxima sea capaz de levantarme. Caí por ingenua, por desnudar mi alma ante cualquiera, por mostrar más sentimientos de los que debía, por demostrarle lo muchísimo que me importaba. Caí por hacerle ver que dependía de él, el simple hecho de depender de él me hizo débil. Desde entonces soy alguien frágil que se oculta tras el orgullo, que no se deja conocer del todo por miedo a que me vuelvan a hacer daño.
Y entonces apareces tú. Apareces desesperándome, y me demuestras que la paciencia merece la pena. Me demuestras que se puede volver a querer con locura a alguien, incluso que se puede querer más de lo que jamás pensé, que donde yo creí que estaba el límite no es más que una ínfima parte de lo que se puede llegar a sentir. Y cada día me demuestras que siempre se puede más. Que el amor puede crecer infinitamente, que si la vida nos deja, podemos rozar un máximo.
Te has convertido en alguien esencial para mi. En alguien necesario. En alguien vital. Y me asusta el hecho de que, si algún día dejara de tenerte, mi vida se desmoronaría. Volvería a caer, porque he vuelto a depender.